El retrato de Baltasar Castiglione

¡SALUDOS A TODOS! Soy Baltasar Castiglione y hoy vuelvo a hablar con vosotros con una nueva entrada. Como ya os comenté no soy muy diestro en el noble arte de los ordenadores ni de estas entradas de blog, así que si me lo permitís voy a llamarlas "cosa".

Bueno, sin querer por mi parte despreciar vuestro tiempo, todo lo contrario, voy a hablaros hoy un poco sobre mi retrato. Sí sí, ese tan espléndido que podéis observar de fondo del blog mientras estáis leyendo estas mis nobles y sinceras palabras, y digo sinceras por que, seamos sinceros, mirad que carita tengo, ¿acaso no es para comerme?

Bueno, se nota que me tengo a mí mismo en muy alta estima, y por supuesto no es para menos criaturas, soy un hombre bendecido en el arte de la pluma. Pero dejando atrás mi breve pero intenso narcisismo, ahora sí, quiero hablaros lo más seriamente que pueda sobre mi retrato.

Tal magnífica obra fue pintada al óleo sobre soporte de tela, de manos de la brocha del magnífico pintor Rafael Sanzio hacia el año 1515, no me acuerdo muy bien la verdad, muchos siglos para mi destartalada mente, pero debe ser sobre esa fecha, y se encuentra actualmente conservado en el Museo del Louvre de París. He de decir que el condenado de Rafael fue un gran amigo mío, y pese a esta gracia mía de permitirle serlo me cobró enormemente sus servicios, aunque eso sí, anda que no pinta bien el jodido, ¿os habéis fijado bien?

Se nota la admiración que Rafael sentía hacia mi persona, pues supo representar con hábil maestría el ideal cortesano que yo represento y del que soy pionero. Supo captar, mi mirada inteligente y calmada, de la que se intuye dueño un hombre culto, dominador de sus pasiones, moi. Ya podéis ver vosotros y vosotras mismas, los tonos grises y negros se intercalan en un amplio, neutro y claro fondo, algo que puede sorprender tratándose de Rafael, quiso innovar el chico siendo un poco más soso de lo habitual, huelga decir también, no por echarme más flores, sino para que sepáis que este mi retrato, es considerado un espléndido resumen de las principales características que guiaron la cultura del Clasicismo. Pero de esta manera logró captar mi más pura esencia, la de un hombre sobrio y sabedor de los tiempos en los que vive, expresados en una sola mirada, de ojos azules, penetrantes que se aferran a tu pensamiento (espera, no me lo digas, sé en que canción estás pensando💬 "¿QUIÉN ES ESE HOOOOOMBREEEEE💋💘...?"), que es capaz de enamorarte de un solo guiño, así que, cuidadito que te enamoro😉.

Además, por mis ropajes, también podéis comprobar como soy un hombre a la última moda, pues no me negaréis que mi sombrero florentino y mi vestimenta en sí no siguen la espléndida moda Borgoñona, todo con el objetivo de resaltar el impresionante realismo con que se representa mi rostro, que, siendo sincero, estoy empezando a dudar sobre si es más guapo el Baltasar de carne y hueso, a todos los efectos, yo, o el de la pintura, qué facciones. Total, que divo, no se hace, SE NACE 😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎😎.

En resumen, cuando os paréis a observar mi retrato, tened en cuenta lo difícil que es representar todas estas cosas de las que os he hablado, el carácter reflexivo, la posición corporal en escorzo, pero a la vez distendida, relajada, solo la maestría de un artista como Rafael podría haber llevado a cabo semejante obra maestra en esta mi época, el Renacimiento, del que os hablaré un poco más en mi próxima "cosa". Tristemente, me tengo que despedir ya, aunque vosotros podéis quedaros a observarla en el fondo del blog tooooodo el tiempo que gustéis pardiez, y si como yo tenéis amplios recursos, id a verla directamente al Louvre, os aseguro que merece la pena.

Así, finalmente, he de marcharme a mi tierra, Casatico, qué bonico, ¡ID CON DIOS JOVENZUELOS Y JOVENZUELAS, BENDITA SEA VUESTRA GRACIA, HASTA LA PRÓXIMA "COSA"!

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